Para comenzar quiero decirles que no voy a enseñarle como debe criar a sus hijos, eso es entre usted y el Señor. Solo quiero mostrarles las estrategias que el enemigo usa para ensuciar la mente de nuestros niños y nosotros muchas veces (sin querer o por ignorancia) colaboramos para que sea así. Dios desea que eduquemos a nuestros hijos para que vivan una vida de "abundancia" con el Señor. 

¡Padres no podemos permitir que el mundo lastime a nuestros niños! ¡No podemos mirar para otro lado cuando vemos que los niños son bombardeados por la televisión y por cuanta basura hay en los medios de comunicación. Hay muchas cosas que destruyen la mente del niño, pero muchas veces la mente del niño es atacada en su propio hogar, cuando el siente que aquellos que deben protegerlo , amarlo y cuidarlo, lo lastiman. Cuando los niños pasan más horas con extraños más que con sus padres, cuando pasa más horas frente a la computadora o el televisor, sin que alguien le llame la atención, siente que lo han abandonado, que no lo quieren, y puede llegar a sentirse culpable, herido.

¿Sabe usted que donde el niño recibe la educación que lo marcará para toda la vida es en el hogar? En otros casos el niño vive en medio de discuciones, golpes abusos verbales, (que duelen tanto o más) y luego que tendremos de todo eso , un hombre golpeador. La mayoría de nosotros fuimos criados así, porque nuestros padres no sabían otra forma de disciplinarnos y seguro que tampoco conocian al Señor, pero hoy tu tienes la oportunidad que Dios te da tener quién te diga "Cuida de tus hijos porque son joyas preciosas para el Señor". Cuida la mente de los niños cuida su corazón que no se manche con "basura".

Sabemos que Satanás desde el principio bucó destruir a los niños, en Exodo 1:15-21 vemos como usó a Faraón cuando mandó matar a todos los niños varones al nacer. En Mateo 2:16 al comienzo de la era cristiana, también cuando Herodes sabía que había nacido El Señor Jesús. Hoy no ha cambiado, solo cabió sus estrategias pero el fin es el mismo. Matar a todos los niños.
Padres es necesario que despertemos y comencemos a cumplir con nuestro compromiso, Dios nos prestó estas preciosas joyas y es nuestro deber y nuestra resposabilidad cuidarlas.

Instruye al niño en el camino correcto, 
y aun en su vejez no lo abandonará.
Prov. 22:6

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