Nuestras dudas no destruyen el amor de Dios, ni tampoco puede crearlo nuestra fe.

En cierto momento el apóstol Pablo escribió: “...ningún reposo tuvo nuestro cuerpo, sino que en todo fuimos atribulados; de fuera, conflictos; de dentro, temores 2 Cor. 7: 5, se siente identificada? Si no corremos con fe y confianza, no tendrá gozo, ni paz ni libertad.

Los que confían en Dios son aquellos que se arriesgan a luchar con El con respecto a las preguntas más profundas de la vida. El compromiso de luchar será honrado por Dios. Una vez que eches raíces en la Realidad, nada te moverá. Si tu fe está puesta en experiencias, es probable que cualquier cosa altere esa fe; pero nada puede cambiar la todopoderosa Realidad de la Redención; fundamenta en eso tu fe.

En 2 Cor. 7: 6, Pablo escribió después de reconocer sus temores “Pero Dios”

Cuando estamos abrumados, debemos aprender a aplicar la respuesta “Pero Dios...” El es y hará lo que necesitemos. Es nuestra roca, no hay otro.

Debemos estar plenamente convencidas de que Dios es poderoso para hacer posible lo imposible.

El es: nuestra defensa, nuestro refugio, nuestra fortaleza, nos ha dado promesas, es nuestro todo.

Por tanto, nuestra confianza debe permanecer para poder seguir adelante. Isaías 44: 8

O R A C I O N (Hagala de forma audible)

Señor Jesús te reconozco como mi Señor y Redentor, gracias por tu amor que se que no depende del mío, ni siquiera de mi fe, ayúdame a permanecer siempre llena de fe en ti para poder seguir adelante.