Tema No 3 
Despojémonos del pasado: Corramos con perspectiva eterna

Nuestro pasado puede agregar peso interno al alma. No prestar atención, no tratar bíblicamente las heridas, las violaciones y nuestro pecado puede estorbar e impedir nuestro crecimiento y progreso hacia la libertad. Cristo nos libera del pasado y nos da nueva vida en El. No significa que las heridas y culpa desaparezcan automáticamente, pero si implica que ahora tenemos apoyo y guía a lo largo del camino.

Debemos ser sinceros para despojarnos del pasado. El Salmo 142, nos da un ejemplo claro de esta vivencia. Ya no debemos minimizar, justificar o negar las pérdidas, sino enfrentarla con integridad para empezar un proceso de sanación. En los siguientes Salmos vemos ejemplos de liberación de antiguas cargas, Salmo 32 y Salmo 116.

Al despojarnos del pasado, podemos comenzar a ver la vida desde el punto de vista de Dios. Estos pasajes te ayudarán a ver la perspectiva adecuada, 2 Corintios 4: 16- 18 y Filipenses 3: 12- 14.

Nuestros días pasados nos presentan cosas irreparables y es verdad que algunas nunca volverán, pero Dios puede transformar esta ansiedad destructiva en una reflexión para el futuro. Despójate del pasado en Cristo. Aunque hayas sido dañada tienes gran esperanza. La misericordia de Dios no erradica el daño, pero consuela el alma y la lleva a una esperanza que libera. Permite que el dolor del pasado y la lucha de proceso de cambio generen una vida fresca en ti y que sirvan de puente sobre el cual otra víctima pueda caminar de la muerte a la vida

O R A C I O N (Hagala de forma audible)

Señor hoy coloco mi pasado ante ti, para que erradiques mi dolor, consueles mi alma y me guíes hacia ti, ayúdame aún a poder perdonarme entendiendo que no soy perfecta y tampoco los demás lo son. Solo tu Señor Jesucristo a quien te reconozco como mi Señor y Salvador eres perfecto. Por eso hoy pongo en tus manos mi vida pasada pero también la presente y futura, sabiendo que así voy hacia la verdadera libertad y gozo.